“Creo que un gran maestro es un gran artista y hay tan pocos como hay grandes artistas. La enseñanza puede ser el más grande de los artes ya que el medio es la mente y espíritu humanos” (John Steinbeck)

En Marymount hemos tenido la fortuna de tener ambos en la misma persona. No nos equivocamos si afirmamos que para muchas exalumnas y empleados ha sido uno de los maestros más significativos en la historia del Colegio, y si escogieran una palabra para describirlo sería SABIDURÍA. Una sabiduría humilde, que ha sido forjada día a día en encuentros con Gabo, Borges, Picasso, Escher, Hermann Hess y Julio Verne, entre cientos de personajes más que todos los días están invitados a su casa y que por supuesto, lleva a cada rincón del Colegio.

Sus alumnas recuerdan con emoción sus clases en el taller, pues en ellas, pinta con colores enseñanzas para la vida y remienda con arcilla corazones rotos. Siempre tiene una frase que, aunque muchas veces sus estudiantes no entienden en el momento, tiene el contenido exacto de lo que necesitaban escuchar, sobre todo, la intención de que, por medio de ésta, sus estudiantes sean mejores seres humanos.

Hoy, queremos rendir homenaje a este hombre que, durante 38 años, ha entregado su vida a la formación de las estudiantes Marymount, reconociendo que no sólo a estos ha educado, sino también a cada una de las personas que nos hemos cruzado en su camino.

Gracias Jairo por tú amor incondicional al arte, a la literatura, a la música, al Colegio, pero, sobre todo, gracias por tu incansable labor de ser maestro formador. Tu arte, tu poesía, tu fino sentido del humor, tu sonrisa y cada una de tus sabías palabras, han quedado plasmadas para siempre en cada rincón de este lugar.

¡Jairito eres un maestro de maestros!

CATALINA GUZMÁN URREA
Rectora